lunes, 21 de junio de 2010

Tarde...

Dos hombres murieron la semana pasada: José Saramago (1922-2010) y Carlos Monsiváis (1938-2010). De ambos todavía hay mucho qué escribir y se escribirá. Son pérdidas en muchos sentidos, pero debemos alegrarnos que sus legados serán y son perdurables.

Los dos grandes humanistas, defensores de muchas causas sociales y seres humanos comprometidos. Conciencias críticas que nos harán falta en este mundo cada vez más caótico.

Es lamentable, si, pero también debemos lamentar, como le comentaba alguna vez a un investigador de la UNAM, que no se está preparando a las nuevas generaciones, no hay muchos relevos ni se está pasando la estafeta a quienes sustituyan a los personajes actuales... O por lo menos no es tan evidente.

El mejor homenaje que se puede hacer a Saramago y a Monsiváis es leer y releer su obra.

domingo, 6 de junio de 2010

Domingo...

Es domingo, es un día asoleado. Desde la azotea se ven, entre la bruma, los volcanes.
He pensado que he dejado un poco abandonado este blog.
Originalmente podría hablar de mi vida... bueno, a veces lo he hecho, pero quería retomar un poco la idea del Los Estridentistas sobre este espacio llamado Estridentópolis. Históricamente se lo asignaron a Jalapa (si mal no recuerdo). Sin embargo, pareciera que cualquier conglomerado urbano es una "Estridentópolis" en potencia.

Esta "Estridentópolis" defeña tiene tantas cosas qué abordar. Desde la historia de sus calles más viejas hasta las anécdotas urbanas más recientes.

En algún momento comenté sobre dos libros: el primero es de Luis González Obregón: Las calles de México. Leyendas y sucedidos. Vida y costumbres de otros tiempos; y el otro es de Salvador Novo: Los paseos de la ciudad de México.

Ambos textos son muy interesantes ya que nos hablan de otros tiempos. Espero hablar de algunos pasajes en el futuro.

Por lo pronto, aviso que trataré de mantener un periodicidad semanal.

Un saludos a todos


¿Quién tiró el plato de lentejas?

Cucufato [1] era un niño de siete años, de piel morena, cabello castaño y de ojos negros. Siempre gritaba y hacía enojar a la gente mayo...